Las instalaciónes que describimos a continuación tienen como objetivo aprovechar los gases de combustión generados en la caldera para calentar otro fluido mediante la incorporación de un intercambiador de calor aire - agua en la chimenea. De esta forma enfriamos estos gases de escape, llegando a provocar la condensación del vapor de agua contenido, produciendo agua caliente en el interior del intercambiador.
Hay que tener en cuenta que la potencia térmica cedida por cada litro por minuto de agua condensada es de 40 Kw, conociendo además el gran caudal de gases de combustión que se desplaza significa un ahorro y un aumento del rendimiento muy importantes.
De este modo vamos a calentar agua con una energía "gratis" ya que a priori estos gases se consideran residuales. Este sistema puede tener diversas utilidades según sea la necesidad de producción de agua, siendo las más comunes el precalentamiento del agua de la propia caldera, la producción de agua caliente sanitaria y la producción de agua para calefacción industrial.
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